El Istmo del Chocó ha sido motivo de intensos
estudios desde hace más de quinientos años.
El Chocó, una región lluviosa, privilegiada por la riqueza de sus
suelos, saqueada por siglos de intensa miseria que se ha llevado millones de
onzas de oro y de platino sin dejar nada para los resignados habitantes,
mantenidos en la ignorancia y la pobreza por poderosos intereses.
Un distinguido autor Chocoano tituló su libro:
“Choco, la Tierra del Diablo”. No se puede comprender que esa tierra tan fecunda permanezca en la miseria, donde reina el paludismo y ocupa el primer lugar en la mortalidad
materna e infantil del Hemisferio Occidental.
Los Obispos del Chocó lanzaron su denuncia sobre
la Crisis Humanitaria en un video que ha recorrido el mundo sin tener
respuesta. Los hechos fueron confirmados por el Defensor del Pueblo y por las
Naciones Unidas: <https://www.youtube.com/watch?v=mD87t3iyWMY>.
Los hechos solamente han conmovido a Su Santidad el Sumo Pontífice quien
vendrá al Chocó para liberar a los Chocoanos de la maldición en que se encuentran.
En Agosto pasado, se rebozó la copa y los
Chocoanos gritaron NO MAS! Ha sido el último de varios Paros Cívicos que
han movilizado a la población entera. Viajaron con premura a Quibdó los
funcionarios del Gobierno nacional para atender el Memorial de Agravios:
Se sentaron en mesas de trabajo, escucharon las múltiples quejas del sufrido
pueblo y prometieron cumplir todas las promesas. Regresaron a la Capital
Andina y el Ministro de Hacienda informó a todo el mundo que el Déficit Fiscal
no permite atender los justos reclamos. No se hizo nada.
La ley 53 de 1964 ordenó la elaboración de los
planos y estudios económicos del Canal Interoceánico. Fueron contratados
por dos compañías de Nueva York para diseñarlos, se pagaron millones de dólares
y están “extraviados” en el Ministerio del Trasporte. Veinte años más
tarde, la ley 53 de 1984 ordenó la construcción del Canal Interoceánico, sin
embargo esta ley tampoco se ha cumplido. La Constitución de Colombia de 1991,
Artículo 277 encarga al Procurador General de la Nación de hacer cumplir las
leyes. Todos quienes han ocupado ese cargo hasta ahora han hecho caso omiso de
la última Carta Constitucional.
El Vice-Presidente y el Director de la Agencia
Nacional de Infraestructura comprenden que el Canal del Chocó es la obra más
rentable que pueden acometer y prometieron aprobar las licencias si se consigue
la financiación. Para hacer el Canal, es necesario cortar los árboles de
la zona del Canal que se extiende desde Coredo (6.93333, -77.65) hasta Leoncico:
8.017277, -76.902789, una distancia de 140 KLM por 250 m de ancha. Se
estima que el valor de la madera oscila entre un mil y tres mil quinientos
millones de dólares.
El recurso de la madera es de las
Comunidades Afro-Chocoanas y de los resguardos Indígenas quienes se han
congregado en la Asociación Privada Canal del Atrato con el propósito de
construir el Canal del Chocó. La venta de esos recursos puede servir para
pagar nuevos estudios e iniciar la construcción de la obra. Hay más de
trescientas publicaciones sobre el Istmo del Chocó cuya vía fue descubierta en
1853 por el Banquero Neoyorquino Federico M. Kelley. Cinco años después
otra expedición enviada por el Gobierno de Estados Unidos, comandada por el
Teniente Michler con veintidós científicos confirmó la ruta e hizo los primeros
estudios ambientales. La Guerra de Secesión de Estados Unidos impidió la
realización del proyecto en esa época.
Se estima que la construcción del Canal del Chocó
puede costar cien millones de dólares por kilómetro para un total de catorce
mil millones. Ese dinero se puede conseguir en la misma forma que se
financió la ampliación del Canal de Suez con la emisión de Bonos que se
agotaron en seis horas. Los trabajos hechos por los Ingenieros Militares de
Egipto aumentaron los ingresos a US$9.500 millones de dólares al año.
La ampliación del Canal de Panamá puesta en
servicio en 2016 quedó muy pequeña para los Buques Ultra Grandes de
Contenedores (ULCS) que no caben por las nuevas esclusas. Estas
naves serán el 85% de la flota en el año 2030. El Chocó tiene la oportunidad
de salir de la crisis, de acabar con la miseria, falta de educación y de salud
con un flujo contínuo de fondos que pagará la deuda en poco años y traerá
prosperidad a los Chocoanos. Dios quiera que los 27 Batallones de
Ingenieros Militares rompan el Istmo del Chocó y conecten los dos océanos para
beneficio de la humanidad.
Jaime Gómez González, MD