Luego de
casi completar una década y media del Siglo XXI, y en los albores del tercer
lustro, la pregunta que viene a la mente es, cómo van las resoluciones que nos
hicimos en el año 2.000 para los próximos 100 años?
Bueno, pues
estas resoluciones, mas importantes aún, que las resoluciones de año nuevo, que
tal vez implican perder unos kilos de más o aprender otro idioma, y que
usualmente, hacia Marzo, necesitamos un “recorderis” para evaluar los
resultados. Pues, van 14 años de este
siglo y los interrogantes de “Cómo vamos”?
En que dirección hemos progresado? No dejan de inquietar.
Hace un
siglo, el “Cómo vamos” indicaba que había comenzado la Primera Guerra Mundial,
y que luego vendría la Segunda, y las Guerras de Vietnam, Corea, Irak y
Afganistan, a nivel mundial. Diez
decadas más tarde, seguimos en Guerra, pero con entes diferentes. Seres llamados ISIS que aparecen en diversos
sitios y desean diseminar sus creencias islamicas a través de todo el
universo.
Una
resolución para todo un siglo, implicaría hacer mejoras a las condiciones de la raza humana. Eliminar los factores que causan deficiencias
en todos los aspectos, para crear crecimiento y oportunidades para todos. Sin embargo, diríase que estamos en la
prehistoria de la humanidad en cuanto a questiones como la burocracia, la
corrupción, y la pobreza.
En este
blog hemos hablado de un mega proyecto para Colombia. Es un proceso lento convencer a nuestros
compatriotas que bajo el suelo del departamento más humilde de Colombia, yacen
las riquezas más extraordinarias en metales preciosos, oro, platino, etc.
Un mega
proyecto, es una resolución para un nuevo siglo, especialmente cuando se desea
involucrar a los ciudadanos en la adquisición de equipos para purificar el
agua, para crear energía, para desarrollar carreteras, escuelas, y conectar los
dos oceanos. Muchos han considerado esta
labor un tanto quijotesca, como un imposible y un sueño irreal. Pero, si pensamos a largo plazo, cual es la
visión para la esquina mas envidiable de Sur América, una década no es mucho
tiempo, en un período de 100 años.
Sueño con
ver a Colombia sin pobreza, sin burocracia, sin corrupción, sin comercio
ilícito, sin niños desnutridos ni descalzos.
El Creador nos ha dado un paraiso y cómo se lo vamos a devolver?
Algo para
pensar y para planear. Nuestras metas de
traer miles de zapatos generosamente donados por compañías de Norte América, se
ven bloqueados por las dificultades impuestas por las Aduanas colombianas de
cobrar el 30% de impuesto de una donación que va para que los niños del
Pacífico no anden descalzos.
Los
esfuerzos de Organizaciones de ayuda a Latino America para traer equipos médicos
para zonas como el Chocó, quedan obstaculizadas por las políticas burocrátas,
las tarifas y aranceles absurdos y así, mantenemos la pobreza.
Vivir en
Colombia puede causar desespero y depresión, cuando no se ve una lucecita que
pueda dar esperanza.
Tantas
posibilidades y tanta ayuda que se puede obtener… ojalá que se reflexione en
estas políticas auto destructivas que no permiten crecer a la población. Los
políticos trabajan para los ciudadanos, si no pueden mejorar el país, pues
deben ser despedidos. Al igual que los empleados que presentan deficiencias en su desempeño laboral.
Hay tres palabras
que todo político en nuestro país debería jurar al aceptar un cargo: “Me
importa Colombia”. Esta motivación
es el ingrediente esencial para que cualquier mega proyecto salga adelante y se
venzan los obstáculos de la corrupción y la burocracia.
No comments:
Post a Comment