Los coyotes domados
Óscar Martínez* / Fotos: AFP
Publicado el 24 de marzo de 2014 en Sala Negra| Comentarios (0)
¿Por qué Los Zetas, en dos masacres, asesinaron a 268 personas, la mayoría migrantes centroamericanos, mexicanos y suramericanos? La historia de algunos de los salvadoreños que murieron en esas carnicerías en el norte mexicano, la voz de uno de los patriarcas coyotes de El Salvador y algunos documentos apuntan a que todo fue parte de un proceso para hacer entender a los coyotes que o pagan o no pasan. Ni ellos ni sus migrantes. Las reglas han cambiado. Los más rudos del camino ya no son los coyotes.
El miércoles 25 de agosto de 2010, los periódicos de El Salvador amanecieron con esta noticia en sus portadas: “Encuentran 72 cadáveres en un rancho en Tamaulipas”. Un muchacho ecuatoriano de 18 años había llegado la madrugada del día 23, cansado y herido de bala en el cuello, hasta un retén de la Marina mexicana. Había dicho que era sobreviviente de una masacre perpetrada por los amos y señores del crimen en ese Estado norteño de México, Los Zetas. Los marinos ubicaron el lugar y llegaron hasta un municipio llamado San Fernando y se internaron hasta un ejido llamado La Joya, en la periferia del corazón de ese lugar. Ahí, afuera de un galpón de cemento con apenas techo, encontraron a un comando armado. En medio de la nada, a la orilla de una callecita de tierra, se enfrentaron a balazos. Murieron tres pistoleros y un marino. Huyeron los demás pistoleros. Entraron los marinos y vieron lo que había dentro del galpón: recogidos contra la pared de cemento como un gusano de colores tristes, amontonados unos sobre otros, hinchados, deformados, amarrados, un montón de cuerpos. Masacrados.
Gracias al testimonio del ecuatoriano sobreviviente, un muchacho de nombre Luis Freddy Lala Pomadilla, al día siguiente los periódicos hablaron de migrantes masacrados. Poco a poco, día a día, la noticia se confirmó: 58 hombres y 14 mujeres migrantes de Centroamérica, Ecuador, Brasil y la India habían sido masacrados por un comando de Los Zetas.
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