Sr Director de Vanguardia
Bucaramanga, Santander
Agosto 12, 2014
Medio millón de Colombianos olvidados y en crisis humanitaria agradecen su editorial de ayer. Los Obispos del Chocó se han pronunciado: las condiciones de miseria en que viven los compatriotas rodeados de ubérrimas minas que producen un millón de onzas de oro al año y no dejan nada a sus habitantes. No sabemos cuanto platino por que se llevan el mineral en aviones a refinar a otros paises.
La existencia de este Departamento abandonado, con un desempleo estimado en el 60% por los obispos, es la caldera propicia para toda clase de malhechores que asesinan, roban y desplazan a la población que se encuentra entre dos fuegos y escasamente sobrevive. Por otra parte hasta hace muy poco también eran víctimas de las "fumigaciones o aspersiones" sinónimos de la Guerra Química y Biológica contra los campesinos de Colombia, prohibidas por el articulo #81 de la Constitución de 1991.
La mortalidad materna de 300:100.000 es tan común como en el Africa central. La mortalidad infantil es cinco veces mayor que en resto del país. Los exámenes del Icfes mostraron que el Choco ocupó el último lugar de Colombia, pero cómo se puede pedir a niños desnutridos y anémicos (68% según el ICBF) que puedan desarrollar las neuronas y aprender? es imposible!. Hace tres años supimos que niños de 5 a 10 años se suicidaban por hambre (RCN). Desde entonces hemos estado investigando el problema y buscando soluciones.
El Chocó es la región más rica de Colombia, sus recursos naturales han sido saqueados desde hace 500 años. Las minas legales e ilegales explotan el terreno sin dejar absolutamente nada. Toda esa riqueza se esfuma dejando solo cicatrices, muerte y desamparo.
Está más allá de todo sentido común pensar que una región que tienen 1.000 ríos y es la región más pluviosa del mundo no tenga agua pura para el consumo humano, ni electricidad. Las escuelas y hospitales no disponen de agua potable, los cirujanos compran agua en bolsas para lavarse las manos antes de intervenir. Algunos no tienen electricidad, ni elementos, ni la Agencia Presidencial para la Cooperacion Internacional deja importar las donaciones.
Las viviendas con frecuencia no tienen paredes o están sin techo y se inundan periódicamente. Toda la infraestructura y el transporte se hace por los ríos. Hay una carretera entre Quibdo y Medellin, 200 km que toman 16 horas para recorrerla. La nueva carretera se está diseñando para viajar a 20 km por hora!
Qué se puede hacer? El Noroeste de Colombia tiene un tesoro oculto desde hace 500 años. Carlos V ordenó la construcción del canal interoceánico para hacer mas fácil el viaje al Peru. En 1788 el Párroco de Nóvita Padre Gabriel Arrachategui construyó con sus feligreses el Canal del Cura para unir los ríos Atrato y San Juan. Fue el primer canal interoceánico de América, tiene solo 2 metros de ancho.
A mediados del Siglo XIX un banquero del distrito de Wall Street en Nueva York, patrocinó cuatro expediciones para buscar la vía, en la cuarta expedición, el Capitán William Kennish encontró el paso más bajo en la Serranía del Baudó en el Estuario del Paracuchichi (Ahora Curiché) a 7°N en la Bahía de Humboldt del Pacífico. Cruzó la Serranía y llego al valle del río Truandó, siguió por el río Atrato hasta llegar al Atlántico. Propuso hacer dos túneles de 4,5 km para cruzar la montaña que tiene 280 m de alta.
El Gobierno de EEUU mandó otra expedición comandada por el Teniente de Ingenieros Militares N. Michler quien confirmó los hallazgos totalmente. La guerra civil de los EEUU no permitió la continuación de este importante proyecto.
En 1964 el Presidente Guillermo León Valencia firmó la ley para la construcción del Canal. El Ministro de Obras Públicas contrató el anteproyecto con la compañía de Ingenieros de Nueva York Tippets-Abbee- McCarty-Stratton, que ya no existe. Los estudios se perdieron en el archivo del viejo Ministerio de Obras Públicas de Fontibón.
En 1984 la ley #53 ordenó la construcción del Canal Interoceánico de Colombia, la cual también caducó sin cumplirse. En 1996 el decreto 0927 modificado por el 1017 de 11 de Junio creó el Comité para el Canal Interoceánico y ordenó al Ministro de Transporte presentar en el término de 45 días la recopilación de toda la informaciones existente para abrir a licitación. Esto tampoco se cumplió y los documentos no se encuentran.
La ruta 25A se extiende desde desde la Bahía de Humboldt hasta la Bahía Colombia. Son 125 km en donde se puede construir el canal interoceánico a nivel del mar, de doble vía para buques de 600.000 toneladas. Se necesita un tren hydrail elevado por que el valle del Atrato se inunda periódicamente. Las rocas del Baudó se deben llevar para reforzar los bancos del Canal y subir 6 m la altura de Riosucio.
Por otro lado, como se conoce por las noticias, el Japón está en crisis energética. Según el Wall Street Journal, el Sr. Ministro de Relaciones Exteriores del Japón Fumio Kishida considera que los nuevos buques de 600.000 toneladas no pueden pasar por el Canal de Panamá, ya que aún después de su expansión, no es suficientemente amplio para estos mega buques. El Primer Ministro Shinzo Abe estuvo en Bogotá recientemente. Esperamos que el Vice-Presidente Germán Vargas Lleras, encargado de todos los proyectos de infraestructura haya hablado sobre el tema. Este es uno de los más rentables que puede hacer el país ya que si se cobra el peaje de un dólar por tonelada de carga y pasan 10,000 barcos al año la inversión e intereses se pagarán en corto tiempo.
Santander tienen Facultades de Ingeniería que podrían hacer el anteproyecto del Canal; y facultades de economía para que hagan el estudio de factibilidad. Se necesita que sus congresistas hagan una nueva ley para declarar la Zona del Canal libre de impuestos. Que los Abogados hagan la Asociación Pública Privada en la cual se garantice a los dueños de la tierra una tercera parte de las acciones del Canal. Se pueden crear 2 millones de trabajos que van a beneficiar a toda la costa. Se pueden cambiar fusiles por palas y poner a trabajar con salarios óptimos a los exguerrilleros, veteranos del ejército, nativos y afros para que hagan tres turnos y construyan el canal en 24 meses.
Esperamos que con la ayuda de Dios y el interés de todos los Colombianos se construya un polo de desarrollo con una planta de gas natural licuado, dos fábricas de cemento, industria metal mecánica y un astillero. También que los Ingenieros Militares obedezcan la órden de Bolívar de 1822 y construyan el Canal de San Pablo para unir el río San Juan al San Pablo-Quito-Atrato. Se necesita una esclusa de 400 metros, dragar a tres metros de profundidad y alinear los ríos para barcazas y remolcadores como las del río Mississippi que transportan 60 millones de toneladas de carga al año.
Con la ayuda de Dios y de toda la sociedad esta utopía se puede hacer realidad.
Mil gracias
Jaime Gómez González, MD
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